A diferencia de Mozart, Haydn no era un virtuoso del piano. Ciertamente dirigió sus obras orquestales desde el clavecín y también tocó sus sonatas para piano en público, pero no se consideró un pianista de concierto. Así que "solo" tres conciertos para piano han llegado a él. Debido a sus melodías originales y frescas, sus sutilezas armónicas y su arquitectura clara, el concierto para piano y orquesta en re mayor Hob. XVIII: 11 es el que se juega con mayor frecuencia. Sin embargo, a pesar de su celebridad, no sabemos su año de composición, ni la ocasión para la que fue compuesta. El prefacio a la reducción para piano que se presenta aquí analiza estos temas en detalle. La puntuación se basa en la de la edición completa de las obras de Haydn, también publicada por las ediciones de G. Henle.
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