En la historia de la música occidental, la música programada y, en particular, el poema sinfónico, que en cierto modo es el apogeo de la misma, ha jugado y sigue desempeñando un papel considerable, que el gusto actual tiende a minimizar. Este es un aspecto completo de la evolución histórica de la música que se encuentra en las sombras, y con ella, muchas obras interesantes.
Defensa e ilustración de un género compuesto, este libro trata de conciliar música pura y música de programa, estas dos ramas aparecieron simultáneamente, y se han confrontado constantemente y se han enriquecido mutuamente. También destaca las influencias recíprocas y las correspondencias existentes entre la música, la literatura y la pintura, estudia los procesos pictóricos y narrativos utilizados por los compositores, e ilumina la naturaleza de los vínculos que unen la forma musical y la narrativa.
Por supuesto, encontraremos aquí un vasto panorama descriptivo y analítico de este corpus en el que se ilustró, entre otros, a Liszt, Saint-Saens, Cesar Franck, Richard Strauss, Sibelius, músicos rusos y eslavos, hasta Messiaen y Xenakis.
Este es el redescubrimiento de este enorme iceberg que emerge solo unas pocas piezas famosas (The Sorcerer's Apprentice, The Moldau, hasta the traviesa) que nos trae este libro.
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