Los ejercicios propuestos en este libro son a primera vista imposibles: preparar músicos para aprender composición refiriéndose exclusivamente al repertorio tonal. ¿Quién de hecho podría pretender florecer en la práctica de un idioma que, no contento con pertenecer al pasado, es uno de los más estrictos y restrictivos que Occidente ha engendrado? Sin embargo, a diferencia de una canción determinada o un bajo dado, estos ejercicios están diseñados para ofrecer al estudiante un espacio de libertad cada vez más importante y así estimular su potencial creativo desde el comienzo de su aprendizaje.
Tal enfoque tiene muchas ventajas. De hecho, permite: - realizar una fusión inmediata entre las dimensiones horizontal (melódica) y vertical (armónica) de la música, dimensiones no opuestas pero complementarias - - concebir la obra musical como una totalidad orgánica y no como un simple conjunto de varios elementos, en adecuación con las teorías schenkerianas de la tonalidad - - relacionar los respectivos roles de invención y deducción en la creación musical - - confrontar la relación ambigua entre el tiempo musical real (el de la concepción) y el tiempo dilatado por la naturaleza de la escritura (el de la realización). Es en esto que, incluso dentro del marco a priori rígido y excedió el tono, estos ejercicios preparan al alumno para aprender la composición.
Este primer volumen está destinado a los músicos que comienzan sus estudios de escritura. Se centra en la elaboración de temas simples y articulados en una progresión inspirada en gran medida por la clasificación de William E. Caplin. Todos los ejercicios son prestados sin ninguna modificación al repertorio. Sin embargo, solo debe utilizarse como modelo en el momento de la corrección, lo que le permite al alumno apreciar las respuestas del compositor a las preguntas que inevitablemente debe hacerse durante su propio trabajo. de logro Además, los estilos más diversos se mezclan deliberadamente, el Barroco de Corelli o el clasicismo de Bach y Haydn o el romanticismo de Chopin. De hecho, el propósito de estos ejercicios no es familiarizarse con el estilo de un compositor particular, sino observar la unidad orgánica que, más allá de las vicisitudes de su historia, ha animado el lenguaje tonal.

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