Gracias a la noción de "hogar", una serie de estudios multidisciplinarios da una nueva mirada a las producciones musicales y teatrales fuera de la corte de Versalles al final del reinado de Luis XIV.
Las residencias aristocráticas de París e Ile-de-France se han percibido generalmente como lugares periféricos, pálidos reflejos de la corte de Versalles. En realidad, las mansiones privadas del Marais, donde dominaba la sociabilidad femenina, la residencia de Philippe d'Orléans en el Palacio Real, la de la Princesa de Conti en Versalles, los pabellones de placer construidos entre Versalles y París, las mansiones del duque y de la duquesa de Maine a Sceaux o del rey de Inglaterra en el exilio a Saint-Germain-en-Laye, se establecieron como tantos centros artísticos vibrantes, abiertos al teatro y la música.
El presente trabajo, que tiene en cuenta estos diferentes lugares de actividad artística como un conjunto que es a la vez complementario y competitivo, investiga su jerarquía, su funcionamiento concreto y su relación con la corte. Destaca la tensión entre el modelo de Versalles, siempre rápido para imponer una norma artística, y el desarrollo de otros espacios creativos entre 1682 y 1715.
Al ilustrar la capacidad de los músicos provinciales para encajar en el entorno artístico de la capital, al identificar la identidad de quienes moldearon los gustos de su tiempo, y también al considerar las estrategias discursivas y políticas que apuntaban a crear ciertos lugares en los hogares. Producción alternativa y actuación en la corte, ofrece una imagen más completa de la vida musical y espectacular de Francia al final del reinado de Luis XIV.